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La Antigua Imprenta Sur, en una imagen de archivo, cuando aún tenía su maquinaria en marcha.
La Imprenta Sur se somete a un chequeo para volver a funcionar

La Imprenta Sur se somete a un chequeo para volver a funcionar

Ediciones en homenaje a Gil de Biedma y a Soto Vergés estrenarán la nueva etapa, que comenzará una vez se implanten las medidas de seguridad

Regina Sotorrío

Lunes, 23 de enero 2017, 00:31

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Es como si el tiempo se hubiera detenido detrás de esa puerta. Antiguos chibaletes de madera se reparten por la estancia con toda clase de tipos de metal archivados. Son los utensilios de la Minerva, una impresora tipográfica ya casi centenaria, y de la máquina Richard Gans, más moderna y automatizada, pero con páginas y páginas de historia literaria también a sus espaldas. Todavía huele a tinta, aunque hace años que nadie se ha manchado las manos allí. En concreto, tres.

La Antigua Imprenta Sur, de dónde salieron la mítica revista 'Litoral' y los primeros libros de la mayoría de los jóvenes de la Generación del 27, espera en un estado de total congelación a que los problema burocráticos se solucionen y el engranaje vuelva a ponerse en funcionamiento. Desde el área de Cultura de la Diputación de Málaga aseguran que ese momento está cerca: solo falta adaptar la maquinaria al plan de prevención de riesgos laborales en las próximas semanas.

La historia más reciente de la Imprenta Sur se escribe a base de renglones torcidos, y no precisamente por el estado de la maquinaria. La herramienta que alumbró a toda una generación de poetas clave en el siglo XX bajo el amparo de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre y continuó después su tradición literaria bajo el nombre de Dardo fue adquirida -al completo- en 2001 por la Diputación de Málaga. En esta nueva vida, la Antigua Imprenta Sur se convirtió en la joya del Centro Cultural de la Generación del 27, en calle Ollerías. Su casa al fin y al cabo. Durante años sacó a la calle exquisitas colecciones, pero los «problemas burocráticos» la detuvieron en 2011 durante dos años. En 2013 se anunció su recuperación, pero aquel espejismo duró apenas ocho meses. Tres años después, la Antigua Imprenta Sur es hoy objeto de exposición, sin actividad.

Medidas

Una vez que ya se ha regularizado la contratación de un oficial de imprenta (el escollo principal que la ha mantenido paralizada hasta encontrar la fórmula adecuada), solo queda ajustar la maquinaria a la normativa de prevención de riesgos laborales para que la tinta vuelva al taller. Un chequeo técnico ha puesto de manifiesto la necesidad de implementar medidas que garanticen la seguridad de quien maneje esta reliquia de la impresión.

Así, por ejemplo, se exige señalizar los órganos de accionamiento de la emblemática Minerva, incorporar un dispositivo de parada de emergencia y dotar al equipo de protecciones adecuadas para evitar el contacto accidental con líquidos corrosivos o con las partes a altas temperaturas. Además, se recomienda anclar la guillotina al suelo para evitar el riesgo de volcado y añadirle dispositivos que aparten las manos de la zona de corte. El espacio que acoge la maquinaria, en los sótanos del Centro Cultural María Victoria Atencia, en calle Ollerías, también tendrá que adaptarse a las normas de prevención, con medidas que van desde arreglar la puerta de acceso, hasta señalizar la prohibición de fumar y encender fuego, pasando por garantizar una correcta ventilación de la zona.

El Centro Cultural del 27 ya ha solicitado presupuestos para aplicar estas mejoras, que se ejecutarán cuando se liberen las cuentas aprobadas por la Diputación. Una vez puesta a punto, la Antigua Imprenta Sur se pondrá en marcha «de forma inmediata», afirman desde Cultura.

Tipógrafo experimentado

José Manuel Andrade, la tercera generación de tipógrafos vinculados a la imprenta desde los tiempos de Prados y Altolaguirre, volverá entonces a colocarse al frente. Andrade, el oficial a cargo de la máquina en la anterior etapa, ganó el concurso público convocado por la Diputación de Málaga a finales de agosto. Solo dos aspirantes se presentaron a un puesto muy específico que requiere tanto conocimientos históricos como técnicos de la edición artesanal. De esta manera se da estabilidad a un puesto que hasta ahora se ocupaba en régimen de prestación de servicios como autónomo, enlazando un contrato con otro, hasta que Intervención advirtió de que esa modalidad no podía tener carácter permanente.

Tendrá trabajo sobre la mesa cuando se incorpore. El director del Centro Cultural del 27, José Antonio Mesa Toré, tiene claro cuáles serán las primeras ediciones de la nueva etapa de la Imprenta Sur, aquellas que se frenaron hace tres años cuando las máquinas se quedaron en 'stop': 'Palabras para Jaime', una recopilación de poemas de quince autores dedicados a Jaime Gil de Biedma (Colección Cazador de Nubes) y un poema inédito de Jesús Hilario Tundidor en recuerdo al fallecido Rafael Soto Vergés (Colección La cama de Minerva).

El programa de revitalización de la imprenta incluirá además cursos de impresión artesanal para mantener vivo un oficio que las nuevas tecnologías amenazan desde hace años. Y se buscará también una mayor proyección pública de este vestigio del 27. En el plan de ampliación y reconversión del Centro Cultural María Victoria Atencia (aún en proceso de expropiación de un solar colindante) se contempla colocar el taller a pie de calle y visible desde el exterior.

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