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Donald Trump firma sus primeros decretos como presidente.
Trump: «Voy a luchar por vosotros y nunca jamás os decepcionaré»

Trump: «Voy a luchar por vosotros y nunca jamás os decepcionaré»

"Durante mucho tiempo un pequeño grupo gozaba de la recompensa, mientras el pueblo se quedaba atrás. Esto acaba justo ahora y justo aquí", ha señalado el presidente de Estados Unidos

Iker Cortés / AGENCIAS

Viernes, 20 de enero 2017, 16:13

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"Yo, Donald John Trump, juro solemnemente que ejerceré con fidelidad el cargo de presidente de Estados Unidos y, hasta el límite de mi capacidad, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos. Que Dios me ayude". Con estas palabras, y con puntualidad británica, ha jurado Donald Trump su cargo sobre dos ejemplares de la Biblia.

El republicano ha iniciado su discurso dando las gracias al mandatario saliente, Barack Obama, y agradeciendo la presencia de otros presidentes en la tribuna de invitados. Posteriormente, ha señalado que el de hoy es un día "histórico", no solo porque se realiza una transferencia de poder de un mandatario a otro, sino porque "estamos transfiriendo el poder al pueblo", ha apuntado. "Durante mucho tiempo -ha afirmado-, un pequeño grupo disfrutaba de la recompensa, mientras el pueblo se quedaba atrás. El establishment se protegía, pero no protegía a los ciudadanos". "Eso cambia justo aquí y justo ahora. Este momento es vuestro momento", ha enfatizado Trump desde la tribuna en el Capitolio, entre los aplausos de público e invitados.

Y es precisamente ésa la idea sobre la que el flamante presidente de EE UU ha hecho más hincapié a lo largo de los veinte minutos que ha durado su discurso. Trump ha apuntado que, en realidad, no es tan importante qué partido controle el Gobierno de la nación, sino si el Gobierno está controlado por el pueblo. "El 20 de enero de 2017 -ha indicado- será recordado como el día en que el pueblo volvió a controlar esta nación". Y ha lanzado un mensaje: "La inseguridad en las calles, con las bandas y las drogas, se acaba aquí y ahora".

En esa línea ha continuado su primer discurso como presidente de Estados Unidos. Con un contundente y populista "desde hoy sólo será 'America first' ('América, lo primero)", ha hecho sin duda una referencia clara al polémico muro que pretende levantar para frenar la inmigración desde México. Trump ha afirmado que los mandatarios se han "olvidado de defender" las fronteras. "Hemos hecho ricos a otros países mientras ha desaparecido la confianza en el nuestro. Han cerrado las fábricas, sin pensar en los trabajadores. Todas las decisiones sobre comercio, impuestos, inmigración... se tomarán para beneficiar a los trabajadores estadounidenses. La protección dará lugar a mayor prosperidad. Voy a luchar por vosotros y nunca jamás os decepcionare", ha aseverado, prometiendo después la construcción de carreteras, puentes y trenes "para reconstruir nuestro país con mano de obra estadounidense".

No ha sido, sin embargo, el único asunto que ha abordado Trump durante su intervención. El magnate estadounidense ha asegurado que EE UU buscará acuerdos con todas las naciones, anteponiendo sus propios intereses por delante y que unirá "al mundo civilizado contra el terrorismo islámico radical" y lo "erradicará completamente de la faz de la tierra".

"Ningún reto está fuera del alcance de Estados Unidos. Estamos al comienzo de un nuevo milenio", ha comentado, haciendo referencia a asuntos como la conquista del espacio, los avances tecnológicos y la erradicación de enfermedades.

También ha defendido que tanto si el color de piel de los estadounidenses es "negro, marrón o blanco", todos comparten "la misma sangre roja de los patriotas". Finalmente, ha vuelto a lanzar un mensaje idéntico al que le ha llevado a la Casa Blanca. "Se ha acabado el tiempo de las palabras vacías. Es el momento de pasar a la acción. Vosotros no seréis ignorados jamás. Juntos haremos que Estados Unidos sea grande otra vez", ha concluido mientras arrancaba los últimos aplausos. Al concluir sus palabras, Jackie Evancho, una finalista de 16 años del programa 'America Got Talent', ha entonado el himno de Estados Unidos.

Unos minutos antes, juraba su cargo de vicepresidente de EE UU, Mike Pence. De 57 años y exgobernador de Indiana, Pence sucede en el cargo al ya exvicepresidente Joseph Biden, quien acompañó a Barack Obama en sus ocho años en la Casa Blanca. Con un perfil bajo y nombre poco conocido a nivel nacional, Pence fue la apuesta de Trump para mostrar las credenciales conservadoras de su candidatura, puestas en duda por algunos republicanos

Un té protocolario

La jornada empezaba unas horas antes con la entrada del entonces presidente electo en la Casa Blanca junto con su esposa, Melania, para reunirse con Barack y Michelle Obama antes de partir todos al Capitolio para la ceremonia de transmisión de mando. El mandatario saliente se despedía minutos antes del Despachó Oval, donde pasó unas tres horas antes de entregar el cargo a su sucesor. Al salir por última vez del Despacho Oval como presidente del país, Obama fue preguntado por los periodistas sobre sus últimas palabras a los estadounidenses y su respuesta fue: "Gracias".

Trump, acompañado por el vicepresidente electo, Mike Pence, y la esposa de este, Karen, acudió a la Casa Blanca para tomar un té protocolario tras asistir a un servicio religioso en una iglesia frente a la residencia presidencial. Obama y su esposa, Michelle, recibieron al matrimonio Trump, que llegó en un vehículo blindado negro, en la entrada de la Casa Blanca.

El presidente electo dio inicio al día en que será investido presidente de Estados Unidos con la asistencia a una misa en una iglesia frente a la Casa Blanca y con un tuit en el que indicaba: "¡Todo empieza hoy!".

Trump recorrió en un vehículo blindado la distancia que separa la Blair House, la residencia para invitados distinguidos del presidente, de la iglesia episcopaliana de St. John's, donde tradicionalmente el presidente estadounidense acude a misa. Normalmente, esa pequeña distancia es recorrida por los mandatarios estadounidenses a pie, aunque las fortísimas medidas de seguridad que rodean los actos de hoy y la lluvia podrían haber llevado al Servicio Secreto a inclinarse por la comitiva a motor.

Obama: «Sí se puede, sí pudimos»

  • El ya expresidente estadounidense Barack Obama agradeció hoy a sus seguidores y al personal que le ha acompañado en la Casa Blanca por haber demostrado "el poder de la esperanza" y se despidió con su lema de campaña "Sí, se puede. Sí, pudimos". La Presidencia "ha sido el privilegio de mi vida y sé que hablo por (su esposa) Michelle también", dijo Obama desde la base aérea de Andrews, a las afueras de Washington, donde se reunieron personal de la Casa Blanca, asesores y amigos para dar un último adiós al matrimonio.

  • Pero "estoy deseando ver qué hacer después y les prometo que estaré ahí con ustedes. Sí, se puede. Sí, pudimos", dijo Obama, quien hoy entregó la presidencia al republicano Donald Trump, vencedor de los comicios del pasado 8 de noviembre. Obama recordó que cuando él y Michelle emprendieron este "viaje" lo hicieron "con una fe duradera en el pueblo estadounidense y su capacidad para unirse".

  • Tras despedirse de amigos, personal de la Casa Blanca y seguidores concentrados en Andrews, los Obama abordaron por última vez el avión presidencial con destino a Palm Springs (California), adonde partieron poco antes de las 14.00 hora local (19.00 GMT) para tomarse unas vacaciones.

  • Los mandatarios salientes suelen hacer un último vuelo en el avión presidencial cuando ya han dejado formalmente el cargo pero, aunque el aparato es el mismo, no se le llama Air Force One, ya que esa denominación se usa únicamente cuando a bordo va el presidente en ejercicio.

El acto religioso dio inicio a las celebraciones de investidura presidencial, que han tenido su momento central con la jura este mediodía del cargo en las escalinatas del Capitolio.

Trump estuvo acompañado de su esposa Melania, sus hijos, el vicepresidente, Mike Pence, y una parte importante de su equipo para la Casa Blanca y de los elegidos para conformar su gabinete de Gobierno, entre ellos el nominado para el Departamento de Defensa, James Mattis; Vivienda, Ben Carson, o Salud, Tom Price.

Trump vestía un traje oscuro a medida de Ralph Lauren y corbata roja, mientras que Melania lucía un vestido de chaqueta azul claro con el pelo recogido, en un estilo que recordaba a la fallecida primera dama Jackie Kennedy. En total, unas 300 personas cercanas al futuro presidente estadounidense, que se impuso en las elecciones del 8 de noviembre a la demócrata Hillary Clinton, asistieron al oficio religioso.

El sermón estuvo dirigido por el pastor baptista Robert Jeffress, un polémico religioso de Dallas que había anunciado que el título de su servicio sería "Cuando Dios elige a un líder", en el que incluyó una lectura del antiguo testamento sobre la construcción de un muro alrededor de Jerusalén.

Trump no es conocido por ser excesivamente religioso, aunque durante la campaña comenzó a reunirse con líderes religiosos en su Trump Tower de Nueva York y a aproximarse a movimientos evangelistas, con una importante influencia en el voto conservador.

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